El aislamiento social producto de la crisis sanitaria está desafiando la economía a nivel mundial. El sistema productivo se ha visto afectado por la reducción de la demanda y los desafíos a la producción con menor personal y bajo estrictas medidas sanitarias que garanticen la salud de su equipo. ¿Qué aspectos se plantean como claves y determinantes para el nuevo normal y como puede la innovación productiva acompañarlos?


Klaus Schwab Fundador y Presidente Ejecutivo del Foro Económico Mundial acertadamente inició el mes de junio anunciando “El gran reinicio” de la economía, planteando que “la pandemia representa una oportunidad inusual y reducida para reflexionar, reimaginar y reiniciar nuestro mundo”. El gran reinicio se plantea como una iniciativa liderada por el Foro Económico Mundial desde su sede en Ginebra, para apoyar a las economías articulando esfuerzos públicos y privados para salir adelante en un contexto que está desafiando no solo al sistema productivo y la economía, sino también a nuestra forma de vida. 

El aislamiento social ha incrementado, sin lugar a duda, el impulso de la digitalización, acelerando la cuarta revolución industrial y desafiando de manera paulatina a los sistemas productivos nacionales y a las cadenas globales de valor.

Por un lado, el sistema productivo global vio un freno inmediato del flujo de bienes afectando al comercio internacional y, por otro lado, sobre todo en las economías en vías de desarrollo, el golpe de la brecha digital está impactando doblemente a los sectores productivos, ya que hace más difícil llegar a los clientes con bienes y servicios y reestructurarse con el teletrabajo.

Frente a esta situación, los técnicos y expertos acuñan el futuro como el “Nuevo Normal” un escenario que desafía la tradicionalidad del sistema productivo tradicional y exige a la empresa una adaptación y resiliencia nunca antes vista en los tiempos modernos. Frente a este escenario surge la interrogante ¿qué aspectos se plantean como claves y determinantes para el nuevo normal y cómo puede la innovación acompañarlos?

Para responder esta pregunta es importante partir por el concepto que la innovación está determinada por la demanda, conocida como “demand driven”, lo cual indica que en realidad los aspectos que necesite el sistema productivo para adaptarse a este nuevo normal, deben ser prioridad de los centros de investigación, universidades y startups hoy más que nunca. Este aspecto sin embargo, no puede ser simplemente tecnológico, el cambio de paradigma parte por los cambios en el modelo de negocios de la empresa, analizando cuáles son las necesidades de sus clientes en este nuevo escenario.

La brecha digital y el cliente boliviano

El cambio del modelo de negocios plantea la implementación de tecnologías para llegar al cliente de forma más rápida y eficiente a través de aplicaciones  o alternativas similares. Sin embargo surge aquí el primer desafío: el nivel de las habilidades digitales de los clientes, ya que es de vital importancia en el planteamiento de nuevo modelo de negocios el entender que el cliente promedio puede tener barreras digitales para este servicio. El estudio “Situación de la Economía Digital” al 2019, presentado por la Fundación InternetBolivia.org, muestra que alrededor del 93% de la población en nuestro país tenía acceso a dispositivos móviles (en promedio entre zonas rurales y urbanas), en promedio tienen 16 aplicaciones instaladas en su celular, siendo las de mayor preferencia de origen nacional las aplicaciones del sector financiero.

(GRAFICO CELULAR + ESTADÍSTICAS: Bolivia: Perfil del consumidor digital 2019)

Si bien este estudio nos presenta una fotografía pre covid, explica claramente la razón por la que la brecha digital y  el aislamiento social se convirtieron en problemáticos y altamente demandados desde el inicio de la pandemia, a diferencia de otros países a nivel mundial donde el comercio electrónico, el uso de plataformas y el marketing digital tenían mayor penetración.

Sin embargo, el “nuevo normal” plantea un escenario mixto, Ricardo Buendía profesor de la Universidad de Alcalá plantea que el comercio pos-COVID-19 será un híbrido entre lo digital y lo presencial con distancia, ya que realizar la transformación digital en el comercio permitirá: Dar una respuesta mucho más rápida a los cambios, mejorar la eficiencia operativa, automatizar tareas repetitivas o administrativas, reducir costes y stocks y producir en función de la demanda.

Por otro lado, el autor explica que a medida que sea posible realizar más actividades en persona, los consumidores podrán retomar de manera gradual sus hábitos de consumo, pero las actividades físicas se verán como experiencias más sensoriales, cada vez más inmersivas, que permitan al consumidor a través de la tecnología planearse situaciones, y generando una experiencia de usuarios en las tiendas.

Las tecnologías emergentes y la digitalización

El contexto de la pandemia y el futuro “nuevo normal” al acelerar la cuarta revolución industrial también está acelerando el uso de las tecnologías emergentes en la producción. Las denominadas “tecnologías emergentes” que fomentan la economía digital se caracterizan por estar asociadas por acercar la producción a la frontera tecnológica y estar fuertemente alimentadas por el manejo de datos e información y se clasifican en:

  • Blockchain
  • Analisis de Datos
  • Inteligencia Artificial
  • Impresión 3D
  • Internet de las Cosas
  • Automatización y Robótica
  • Manejo de la Nube

Este tipo de tecnologías ya están siendo de vital importancia en la transformación digital de las empresas, tomando en cuenta como punto de partida que el nuevo normal va a ser más digital y que la cuarta revolución industrial poco a poco va a demandar el uso de este tipo de tecnologías para ser competitivos en el mercado internacional.

 

 

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