Los bomberos voluntarios de la Fundación Solidaridad FUNDASOL, creada en 1994 por CAINCO, festejará en diciembre su aniversario 26 con el firme compromiso de salvaguardar vidas “hasta derretir las suelas”, tal como lo hicieron durante la arriesgada labor de control de incendios en la Chiquitanía.

El 4 de septiembre pasado, Fundasol cumplió 26 años de compromiso con la sociedad, pero los bomberos voluntarios que la conforman realizaban la ardua labor de apagar el fuego en la Chiquitanía, y los festejos quedaron olvidados. Por eso aquí, en las páginas de E&D, recordamos su valentía e incondicional entrega en cada una de las acciones que, muchas veces, ponen en riesgo sus vidas.

El cuerpo de bomberos voluntarios de la Fundación Solidaridad FUNDASOL está conformado por especialistas en incendios forestales, estructurales e industriales, así como en incidentes con materiales peligrosos, rescate en altura, en espacios confinados y rescate vehicular, además de primeros auxilios avanzados.
Este año, la valentía y el compromiso de estos bomberos voluntarios se vieron reflejados durante la arriesgada labor desempeñada en los incendios en la Chiquitanía, una catástrofe medioambiental que dejó luto en el país. Demostrando con ello que cumplen a cabalidad su misión de salvaguardar vidas, bienes y medioambiente a través de acciones rápidas, oportunas y eficientes de prevención y extinción de incendios.
Este año FUNDASOL cumplió 26 años de compromiso con la sociedad, con más de 80 bomberos voluntarios activos, que trabajan día a día desde su Estación de Bomberos ubicada en la Av. Paraguá y 4to anillo, donde tienen el equipamiento necesario para hacer frente a las contingencias: 4 carros bomba, 1 unidad de rescate, 2 ambulancias y 2 camiones cisterna.
Los bomberos voluntarios de FUNDASOL estuvieron más de dos meses coadyuvando con el Centro de Operaciones de Emergencia Departamental – COED en las zonas de desastre en la Chiquitanía, brindando su apoyo fundamentalmente en Roboré, San José, Concepción y Puerto Suárez, sin descuidar las contingencias acaecidas en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

Hasta derretir las suelas: El rescate de nuestra Chiquitanía

Pese a las limitaciones y sacrificios, el espíritu altruista de los bomberos voluntarios de FUNDASOL no se sofoca, es la esperanza la que alimenta su inquebrantable vocación de servicio.
Ni los compromisos laborales, la angustia en el seno familiar o los problemas de salud, fueron impedimento para que los valientes bomberos de FUNDASOL decidan paralizar todas sus actividades cotidianas, para embarcarse en una dura batalla contra el fuego que azotó sin tregua nuestro territorio Chiquitano.
“Estaba en el trabajo cuando recibí la noticia de que el fuego se había descontrolado en la zona de Roboré, no lo dudé, sabía que mi deber era ir. Hablé con mi familia, pedí permiso en la oficina y me puse a disposición de mi comandante”, comenta Roly Fuentes, un valiente ingeniero industrial que forma parte del cuerpo bomberil rojo con blanco desde hace cuatro años.
Roly recuerda como si fuera ayer el momento en que decidió ser bombero, trascurría el año 2010 y un voraz incendio consumió varias casas de su barrio, ubicado por la antigua zona la Ramada. Presenciar este hecho, lo hizo consciente de lo devastador que puede ser el fuego y la gran necesidad que tenemos como ciudad de contar con más talento humano calificado para mitigar estos incidentes. “Ese día supe que quería servir, salvar vidas; ese día nació el bombero en mí”.
Mantener viva esa convicción lo llevó a trabajar más de 12 horas al día en las cuadrillas técnicas destinadas a sofocar los focos de incendio en las diferentes localidades del departamento de Santa Cruz, durante agosto y septiembre del año en curso.
“Las botas se derretían, a lo sumo nos duraban dos días, y luego las desechábamos”, señala Paola Nallar, la risueña bombera que perdió el trabajo por ir a combatir el fuego.
Paola es una convencida de que los seres humanos venimos a este mundo a completar un propósito más grande que pagar cuentas y morir. Por esa razón, da su tiempo, su inteligencia y su juventud para liderar al equipo de bomberas de Fundasol.

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