Se trata de la economía que generan todas aquellas actividades relacionadas al talento, al arte y la cultura, a la propiedad intelectual y a la creatividad. CAINCO, a través de su agencia de innovación Santa Cruz Innova, llevará adelante en noviembre el Foro de Economía Naranja para hablar del aporte de la industria creativa a la economía de un país.

El naranja es el color relacionado a la felicidad, al entretenimiento y a la creatividad. Quizá por eso fue que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ‘pintó’ de naranja al valor agregado que generan las industrias y empresas culturales para dar forma al concepto de Economía Naranja, que hace referencia al aporte económico de las empresas y los negocios derivados de la actividad cultural.

Podemos definir a la economía naranja como el conjunto de actividades que de manera encadenada permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales. John Howkins, especialista en el tema de la “industrias creativas”, afirmaba que la economía naranja o creativa comprende los sectores en los que el valor de los bienes y servicios se fundamenta en la propiedad intelectual. Es así que se puede hablar de sectores que van desde la arquitectura, las artes visuales y escénicas, las artesanías, pasando por el cine, la música, el diseño editorial, la moda y los juguetes, hasta investigación y desarrollo, publicidad, software, televisión y radio, videojuegos y turismo.

La economía naranja o creativa comprende los sectores en los que el valor de los bienes y servicios se fundamenta en la propiedad intelectual: arquitectura, artes visuales y escénicas, artesanías, cine, música, diseño, publicidad, televisión, videojuegos y turismo, entre otros.

¿Por qué es relevante hablar de economía naranja en América Latina? La importancia de este sector radica en la generación de riqueza, empleos y, por supuesto, impacto social. Veamos.

Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, las industrias creativas contribuyen con 6.1% de la economía global. Por ejemplo, para 2011 la economía naranja alcanzaba 4.3 billones de dólares, cifra que podría representar el 120% de la economía de Alemania o 2 ½ del gasto militar mundial. Se ha demostrado además que el comercio creativo es menos volátil que el de los commodities o materias primas, puesto que soportó mejor la crisis financiera global que sectores como el petrolero. Mientras que las ventas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) registraron una caída del 40% en 2009, las exportaciones de bienes y servicios creativos apenas se contrajeron un 12%. En el 2012 la economía creativa inyectó 2.2 billones de dólares a la economía mundial, empleando 144 millones de personas, es decir la misma fuerza laboral de Estados Unidos.

Comparaciones de este tipo surgen en los estudios realizados hasta la fecha para exponer la importancia de desarrollar aun más este sector que genera no solo un interesante movimiento económico para los países, sino también un impacto social relevante a través de la generación de empleos.

 

Cuando la creatividad genera trabajo

Para profundizar sobre la importancia de la Economía Naranja, la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz CAINCO, a través de su agencia de innovación Santa Cruz Innova, se encuentra organizando el Foro de Economía Naranja ‘Cuando la creatividad genera trabajo’, que se realizará el próximo martes 20 de noviembre.

Este foro se desarrolla con el objetivo de contribuir a la elaboración de un diagnóstico más completo de la economía naranja en Bolivia, y definir los pasos a seguir para fortalecer las actividades creativas y dinamizar la economía.

La economía naranja es relevante en América Latina porque genera riqueza, empleos e impacto social. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, las industrias creativas contribuyen con 6.1% de la economía global.

En ese sentido, en la oportunidad se presentará el estado del sector de la Economía Naranja en Santa Cruz, a cargo de Santa Cruz Innova y el Centro Boliviano de Estudios Económicos CEBEC. Así también, Eysel Chong de Ciudad del Saber presentará la experiencia del Clúster de Industrias Creativas de Panamá.

El programa del Foro ‘Cuando la creatividad genera trabajo’ incluirá un panel en el que se discutirá sobre los desafíos del arte y la cultura en Santa Cruz, con grandes exponentes del sector hablando de sus desafíos.

Finalmente, este evento cerrará con la importante participación del chileno José Miguel Benavente, quien en la oportunidad hablará sobre el estado del sector de la Economía Naranja en América Latina.

José Miguel Benavente fue especialista principal de innovación de la División de Competitividad, Tecnología e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo BID. Benavente dirigió el Centro de Productividad de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, y previamente se desempeñó por más de 15 años como profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, donde creó y lideró el Centro de Investigación para la Innovación y el Emprendimiento, INTELIS. Durante su estadía en la Universidad de Chile fue además galardonado con tres años del subsidio “Núcleo Milenio” en ciencias sociales para desarrollar temas de investigación teórica y aplicada sobre innovación con foco en América Latina.

José Miguel es autor de artículos en revistas y libros a nivel internacional en las áreas de innovación, emprendimiento, investigación y desarrollo, desarrollo económico, financiamiento PyME y criminología. Durante el 2006 fue nombrado Consejero del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad en Chile, transformándose en su vicepresidente en el 2010. Igualmente ha sido asesor de los gobiernos de Argentina, Chile, Colombia, Guatemala y El Salvador en temas de políticas de ciencia, tecnología e innovación, y consultor del Banco Central de Chile, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y CEPAL. José Miguel cuenta con un Doctorado y una Maestría en Economía de la Universidad de Oxford, una Maestría en Desarrollo Económico de la Universidad de Chile y el título de Ingeniero Civil Industrial de la Universidad Católica de Valparaíso.

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