Sofía: visión empresarial con alma sostenible

Hay empresas que nacen para marcar una diferencia. No solo en lo económico, sino en el tejido mismo de la sociedad. Tal es el caso de Sofía, que hace 48 años comenzó como un emprendimiento familiar avícola y que hoy, convertida en una de las protagonistas de la industria alimentaria en Bolivia, reafirma su liderazgo apostando por un modelo de negocio responsable, sostenible y profundamente humano.

El crecimiento sostenido de la compañía —que genera más de 3.000 empleos directos y cerca de 30.000 indirectos— no ha sido producto del azar. Desde sus inicios, la empresa ha estado guiada por principios éticos, una cultura del cumplimiento y una filosofía clara: siempre hacer las cosas bien. Esta visión está guiando a la empresa a incorporar progresivamente la sostenibilidad como un pilar transversal en sus operaciones y decisiones estratégicas.

En 2020, dio un paso clave al crear una Gerencia de Comunicación y Responsabilidad Social Empresarial, desde donde comenzó un proceso riguroso de diagnóstico, alineación con los ODS, adhesión al Pacto Global, y definición de una hoja de ruta con base en criterios ESG y los estándares del Global Reporting Initiative (GRI). Desde 2022, además, reporta públicamente sus avances en sostenibilidad, reafirmando su compromiso con la transparencia y la mejora continua.

Hoy, su estrategia se estructura sobre cuatro pilares sólidos:

1. Compromiso social: la sostenibilidad como vínculo con las personas

La organización ha sabido traducir su responsabilidad social en programas concretos con impacto real. Uno de sus ejes más notables es el Voluntariado Corporativo #SoyVoluntarioSofía, una iniciativa que moviliza a colaboradores de todo el país en actividades comunitarias y ambientales, generando un sentido profundo de pertenencia y propósito.

También destaca su aporte nutricional, en alianza con el Banco de Alimentos y más de 100 hogares e instituciones en todo el territorio nacional. Gracias a esta colaboración, se entregan más de 80 toneladas anuales de proteínas, beneficiando a más de 10.000 personas en situación vulnerable.

Además, impulsa la educación y el desarrollo juvenil a través de programas como Youth Ready, junto a World Vision, que brinda herramientas técnicas y habilidades blandas a jóvenes de Cochabamba y El Alto para ayudarles a definir su futuro profesional. El programa Joven Promesa y el Programa de Trainees, por su parte, abren oportunidades laborales reales a jóvenes universitarios.

En el ámbito deportivo, apoya la formación de niños y adolescentes mediante becas en escuelas de fútbol y torneos en comunidades cercanas a sus operaciones en Cotoca, en alianza con Tahuichi. Este esfuerzo no solo promueve hábitos saludables, sino también inclusión y trabajo en equipo.

2. Compromiso ambiental: avanzar hacia una producción más limpia

Desde el uso eficiente del agua y la energía, hasta la implementación de procesos de producción limpia, el enfoque ambiental es prioridad. La empresa promueve activamente la economía circular, trabajando con aliados estratégicos como Fundares en campañas de reciclaje y educación ambiental, especialmente en Santa Cruz, donde involucra tanto a colaboradores como a la comunidad en general.

3. Compromiso con la gobernanza: ética, integridad y transparencia

El trabajo bien hecho también significa hacerlo con integridad. Por eso, se promueven condiciones laborales justas e inclusivas, se fortalece la comunicación interna y se comparten los avances de sostenibilidad con total apertura. Los comités internos, como el de Apoyo Social y el de Cultura Organizacional, son fundamentales para mantener viva esta cultura y llevarla a todos los niveles de la organización.

Asimismo, junto a instituciones académicas como Unifranz y la Asociación Nacional de Periodistas, la empresa ha promovido talleres de formación en inteligencia artificial aplicada al periodismo, acercando la innovación tecnológica a quienes generan opinión e información en Bolivia.

4. Compromiso económico: crecer generando oportunidades

Como parte de su ADN empresarial, la generación de empleo y la dinamización de economías locales también son parte del impacto. Un ejemplo es su alianza con el CEPAD, con quien trabaja para impulsar el desarrollo económico en la región chiquitana, promoviendo emprendimientos sostenibles y reforzando la autonomía productiva de las comunidades.

Incluso en temas de seguridad ciudadana, ha contribuido a mejorar la calidad de vida de las comunidades. En coordinación con autoridades locales, se instalaron alarmas en puntos estratégicos de la Urbanización Unificada II de Senkata, El Alto, ofreciendo mayor tranquilidad a los vecinos.

Una visión de futuro que se construye hoy

Lejos de conformarse, la organización proyecta sus próximos pasos con una visión clara: seguir integrando la sostenibilidad de forma sistemática en su modelo de negocio, escalar sus iniciativas y fortalecer alianzas que multipliquen el impacto positivo.

Porque cuando la sostenibilidad deja de ser un concepto y se convierte en una práctica cotidiana, se transforma en un motor de cambio real. Así lo demuestra Sofía, una empresa que no solo alimenta hogares bolivianos, sino también esperanza, desarrollo y futuro para todos.

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