COIMSA: 25 años de lecciones, retos y liderazgo visionario

Germán Suárez, director de COIMSA, representa la historia de una empresa con raíces familiares y un espíritu emprendedor que ha sabido adaptarse a los retos del entorno empresarial boliviano. La empresa nació hace 25 años como una iniciativa de su padre, quien decidió dar el salto de la dependencia laboral hacia un negocio con gran potencial para el país. Desde entonces, la empresa ha evolucionado y aprendido valiosas lecciones que han forjado su trayectoria.

Los primeros desafíos no fueron pocos. Como ocurre con muchos empresarios en Bolivia, la tramitología y la constante presión impositiva complicaron los inicios. Sin embargo, Germán destaca que el día a día en los negocios es una verdadera escuela, donde tanto el éxito como el fracaso se convierten en maestros valiosos. A lo largo de los años, la empresa ha enfrentado diferentes etapas, cada una con sus propios retos y aprendizajes.

Su estilo de liderazgo ha sido clave para navegar estas distintas etapas. Germán describe su enfoque como dinámico, adaptándose según la coyuntura. En tiempos favorables, ha optado por un liderazgo democrático e incluso liberal; mientras que en momentos de crisis, ha asumido una postura más autocrática para mantener el rumbo de la organización.

Una de las decisiones que marcó un cambio positivo en su carrera profesional fue su participación en el Programa de Liderazgo Millennials de CAINCO. Germán siempre tuvo el deseo de servir e integrarse a espacios de relacionamiento.

A lo largo de su participación, ha adquirido herramientas de gestión, financieras y de productividad, así como análisis político-económico y una valiosa red de relaciones empresariales. Todo ello ha aportado un valor significativo tanto a su empresa como a su desarrollo personal y profesional.

Cuando se le pregunta sobre el consejo que daría a los jóvenes empresarios, Germán subraya la importancia de la constancia. «Las cosas tienen su tiempo y su momento«, afirma, haciendo eco de un viejo adagio: «No por mucho madrugar amanece más temprano«. El coraje para emprender ya lo tienen, pero la paciencia para esperar los resultados es fundamental.

Más allá del mundo de los negocios, Germán ha encontrado una filosofía de vida que lo impulsa a dejar un legado que trascienda lo monetario. Cree firmemente que cada persona tiene un propósito, y el suyo es hacer que su paso por el mundo tenga un significado duradero. Este principio ha guiado su trayectoria, inspirándolo a trabajar día a día para que su existencia no sea solo un soplo de vida, sino una contribución valiosa y significativa.

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