Desde el primer día en que Ximena Behoteguy ingresó a Banco FIE, sintió que había encontrado mucho más que un lugar de trabajo: descubrió una comunidad con un propósito claro. Promover la inclusión, la igualdad de género y la sostenibilidad del planeta no era solo una meta institucional, sino un compromiso que resonaba profundamente en ella. Con el tiempo, esta convicción se convirtió en su motor de vida. Hoy, como Presidenta del Directorio de Banco FIE, mantiene intacto el compromiso del primer día: generar un impacto real en la sociedad. Su historia es un testimonio de determinación y liderazgo con propósito, demostrando que transformar vidas es posible cuando se lidera con convicción.
Desde sus inicios, Banco FIE ha incorporado un enfoque de género en su accionar. Para Ximena, trabajar por la igualdad no es solo una estrategia corporativa, sino una causa personal. Este compromiso la llevó a fundar el Modelo de Gestión y Liderazgo “Marca Magenta”, cuyo propósito es claro: promover la ciudadanía plena de las mujeres y mejorar su calidad de vida a través de oportunidades concretas.
No obstante, el camino no ha sido sencillo. A lo largo de su trayectoria, ha enfrentado numerosos desafíos, pero quizá el más significativo ha sido derribar las barreras impuestas por una sociedad que, durante mucho tiempo, reservó los puestos de decisión exclusivamente para los hombres. Cada peldaño que escaló fue un acto de resistencia y convicción. Con cada logro, no solo se empoderaba a sí misma, sino que inspiraba a otras mujeres a desafiar el statu quo y reclamar su espacio en el mundo empresarial.
Si algo define su estilo de liderazgo es la cercanía. Cree firmemente que una buena líder debe estar presente, escuchar y comprender las necesidades de sus colaboradores y grupos de interés. Para ello, la adaptabilidad y la flexibilidad son clave en su gestión, siempre con el foco en consolidar equipos diversos y colaborativos. Los resultados hablan por sí solos: en Banco FIE, el 80% del Directorio está conformado por mujeres, y el 57% de los cargos jerárquicos y de toma de decisiones también son ocupados por ellas. Este modelo de liderazgo inclusivo no solo ha impulsado el crecimiento de la entidad, sino que se ha convertido en un referente dentro del sector financiero.
En este contexto, formar parte del Programa de Liderazgo Women CAINCO fue una decisión natural. Para Ximena, encontrar un espacio donde ejecutivas y empresarias puedan compartir sus desafíos y estrategias para el crecimiento empresarial en Bolivia es una oportunidad invaluable. El aprendizaje fue mutuo: cada historia, cada visión y cada reto superado enriquecieron su perspectiva, reafirmando su convicción de que juntas pueden generar un cambio significativo. A través del programa, descubrió la diversidad de empresas lideradas por mujeres y comprendió sus desafíos desde una óptica distinta. Sin embargo, lo más valioso fue conectar con mujeres de gran entereza y calidad profesional, cuyo trabajo aporta significativamente al desarrollo del país.
Para quienes recién comienzan en el mundo empresarial, su consejo es claro: antes de construir una carrera, es fundamental trabajar en una misma. Mirar hacia dentro, reconocer fortalezas y valores, y construir una versión propia que sea libre, independiente y capaz de tomar decisiones con autonomía. Solo así es posible liderar con impacto, con una visión sostenible y con la capacidad de generar transformaciones reales en el entorno.
Su visión para el futuro es clara: una sociedad más justa, sostenible y en armonía con el planeta, donde todas y todos puedan ejercer una ciudadanía plena. Cada paso que da y cada decisión que toma están guiados por un mantra que la ha acompañado a lo largo de su trayectoria: “Con integridad transformo desafíos en oportunidades”. Ese es el legado que construye cada día, liderando con convicción y demostrando que las barreras solo existen para ser superadas.