Una de las enseñanzas que nos ha traído la irrupción del coronavirus en el mundo, es que como personas y como empresas debemos tomar mayor conciencia del impacto que ejercemos sobre el medioambiente. Y que en la medida que cambiemos nuestro “chip” empresarial a la tendencia verde, tendremos ventajas competitivas frente a nuestros competidores. Si tomamos la decisión de medir y reducir la huella de carbono, obtendremos:

  • Una herramienta de gestión y comunicación de la sostenibilidad ambiental: empresas agroalimentarias como Coca-cola, Consum, Bimbo, Pepsico, etc. ya están utilizando la huella de carbono como un indicador dentro de sus políticas de sostenibilidad.
  • Una forma de cumplir con las exigencia del mercado: Por ejemplo, algunas empresas británicas y francesas de distribución (Tesco, Walmart, Casino..) empiezan a exigirle a sus proveedores que calculen la huella de carbono de sus productos.
  • Un factor de competitividad y diferenciación del producto/compañía: especialmente para empresas con actividad exportadora a mercados del norte de Europa, más concienciados a nivel ambiental. Este es el caso de empresas de sectores como vino, aceite de oliva o frutas y verduras.
  • Una herramienta de mejora ambiental y ahorro de costes. El análisis de la huella de carbono en una empresa, si está adecuadamente diseñado, permite detectar posibilidades de mejora de la eficiencia energética, de los procesos productivos o del diseño de los envases que suponen ahorros económicos y la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero.

Si decides dar este salto para tu empresa u organización, puedes acudir a Fundare la Fundación para el Reciclaje de CAINCO y solicitar el servicio “Ecosector”, con el que obtendrás toda la medición de la huella de carbono que generas.

Conoce más sobre este servicio aquí

+Info: coordinadora@fundaresantacruz.org

 

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